Göttinger Predigten

Choose your language:
deutsch English español
português dansk

Startseite

Aktuelle Predigten

Archiv

Besondere Gelegenheiten

Suche

Links

Konzeption

Unsere Autoren weltweit

Kontakt
ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

Trindade, 30.05.2010

Sermón sobre Juan 16:12-15, por Rodolfo R. Reinich

El domingo pasado celebramos el Culto de Pentecostés de una manera diferente en la Iglesia Reformada en Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires. El equipo de liturgia representó el relato de Hechos 2 en forma audible y visible.

En medio del bosquejo de una casa, marcada con cinta plástica sobre el piso del templo, se colocaron piedras representando a las personas que estábamos juntas reunidas en círculo, alrededor del acontecimiento, cada una con sus cargas, problemas, dificultades, miedos, angustias, a veces, sin perspectivas claras... Y, de pronto se oyeron en medio de esa reunión los sonidos de fuertes vientos, truenos y relámpagos… y, para asombro de todos se encendió un enorme fuego en un recipiente, cuyas llamas nos alumbraron durante un buen rato con inquitas y atrapantes lenguas de fuego…mientras escuchábamos “… y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacia que hablaran.”… “¡Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas de las maravillas de Dios!”: Cuando Pedro dijo: Él ha resucitado, algunos escucharon: “He has risen”; otros escucharon: “Iesu resurrex it”; otros: Hij is opgestaan; otros: “Er ist Auferstanden”, y otros….

Mucha gente piensa que con la venida del Espíritu Santo todo será transformado, que habrá entre la gente una más profunda experiencia de fe; que las personas se acercarán más a Dios…

Muchos hermanos y hermanas Pentecostales en nuestro país sostienen que en la historia del cristianismo ha irrumpido una tercera y última era, la del Espíritu Santo después de la del Padre y la del Hijo, creyendo estar viviendo ahora la etapa más elevada de la revelación de Dios.

Sin embargo, en Juan 16, el texto que hoy nos ocupa, se habla de que el Espíritu Santo guiará a los discípulos hacia toda verdad, también en el futuro, pero que la Verdad sigue estando indisolublemente ligada a Jesucristo. Es decir que la Verdad y Jesucristo son lo mismo.

En este sentido recuerdo haber oído la reflexión de un profesor, diciendo que, desde el punto de vista ético una sola persona simboliza la autosuficiencia, el encerramiento sobre si mismo; pero que por el contrario Dios significa la apertura al amor, la entrega al otro. Que dos personas representan la unidad de una pareja, en una relación todavía imperfecta, porque a la vez que cada uno ama al otro, también se ama a sí mismo. Pero, que el amor pleno, capaz de sacrificarse a sí mismo, de estar abierto, de irradiar sin reservas y de ser fructífero puede estallar verdaderamente allí donde hay una participación de tres.

Así, oon su presencia encarnada en una persona Jesús revela y pone de manifiesto esa trinidad: “Todo lo que el Padre tiene es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.” (v. 15)

Jesús envía el Espíritu, que proveniente del Padre, nos guiará en toda la verdad en la medida que nos preparemos, nos abramos a él por medio de la oración, del arrepentimiento, de la profundización de nuestro amor hacia Dios, hacia los demás y al cuidando de la creación toda.

Concretamente, todo lo que el Espíritu Santo quiere es acercar la gente Jesucristo y engrandecer su nombre, para decir a los discípulos y a cada uno de nosotros que no estamos solos en el camino que tenemos por delante sino que tenemos un acompañante permanente.

 

En estos días -(en que escribo este mensaje)- estamos celebrando el Bicentenario como Nación Argentina, tratando de recordar a través de muchas y diferentes representaciones la historia vivida en el pasado; las distintas colectividades, provenientes de todas partes del mundo, que vinieron buscando un lugar donde vivir, trabajar y criar a sus hijos e hijas y que fueron recibidas con los brazos abiertos. Así, más de 80 colectividades  se presentaron con sus trajes típicos de variados y hermosos coloridazos, con sus canciones populares en sus distintos idiomas y dialectos, con sus tradiciones culturales y expresiones religiosas, para agradecer por estar y ser parte.

Si bien existen fuertes conflictos y diferencias políticas entre el oficialismo y la oposición, son alrededor de dos millones de personas que acompañan los festejos con alegría en la ciudad capital de la República. Esperamos que esta fiesta del pueblo, también en cada una de las ciudades del interior del país, sean para dar nuevos y fuertes impulsos para que las diferentes corrientes de pensamientos y de visiones se conviertan en aportes creativos para encontrar juntos una forma de gobierno y de vida a la manera de Jesucristo, que incluya y contenga a todos en justicia y verdad,  especialmente a los más pobres.

Las comunidades cristianas debemos tomar conciencia que somos parte de esta nación y que tenemos un aporte muy valioso que ofrecer desde nuestras respectivas tradiciones de fe, desde nuestro testimonio con hechos y palabras para que todos lo comprendan con claridad, se sientan parte y puedan recibir las fuerzas materiales y espirituales para seguir viviendo y trabajando juntos con ganas aquí donde nos ha colocado Dios.

Es en este espacio donde el Espíritu Santo nos indicará siempre de nuevo que  Jesucristo es la fuente. También nos mostrará todo su caudal de amor y paciencia sin límites, con validez en todos los ámbitos, en el de la política, en el de la economía, en el de la cultura, en las relaciones interpersonales,...

Y, porque tenemos la convicción que Espíritu de Dios hará todo lo posible para que podamos seguir bebiendo de esa fuente, que sea como sea nos dará ánimo y fuerzas cada nuevo día, es que pedimos:

 

Danos esperanza y paz,

danos fe y tu bendición,

danos la luz de tu mirada,

danos tu amor.

(Gerardo Obermann)



Pastor Rodolfo R. Reinich
Buenos Aires
E-Mail: reinich@ciudad.com.ar

(zurück zum Seitenanfang)