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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

Segundo Domingo de Adviento, 09.12.2018

Sermón sobre Filipenses 1:1-11, por Mariela Pereyra

Estimadas hermanas, estimados hermanos

La ciudad de Filipos estaba situada en la “Via Egnatia” que comunicaba Asia menor con Roma. Filipos fue la primera ciudad donde se predicó el evangelio en Europa.

Esta epístola a los Filipenses es una de las cartas más personales que conocemos del Apóstol Pablo. Son evidentes los lazos de afecto que van tomando forma y contenido en profundos pensamientos, consejos y enseñanzas para los/as Filipenses. Aspectos prácticos y espirituales sobre la vida y la marcha de la comunidad de fe, es decir el corazón de la iglesia!

Estamos transitando el segundo domingo en Adviento, es tiempo de prepararse para la llegada del niño Jesús. En el tiempo de la preparación podemos ver las personas, situaciones y organizaciones que pasan por nuestras oraciones y habitan en nuestro corazón! La memoria de la fe es fiel, así como nuestro buen Dios, aquel a quien llamamos de Dios con nosotros, Dios con nosotras.

Quisiera compartir una historia que ilustra el espíritu de Adviento, un relato que surge en el norte de Argentina, específicamente en Misiones en una pequeña comunidad rural.

Un hombre me relató como se acercó a la iglesia luterana por medio de sus hijos que participaban de las escuelas bíblicas en el pueblo, las mismas se hacían a cielo abierto en una cancha cerca de la Municipalidad. Anibal, ese es el nombre del relator de la historia, había ofrecido su casa para celebrar los cultos … y miraba de lejos! Escuchaba y miraba, de lejos. Según su historia un día estaba en una celebración y vio que estaban repartiendo semillas, y como él tenía huerta quería también algunas. Se acercó y las recibió, las guardó en el bolsillo de su camisa. Esa noche cuando sacó el contenido del bolsillo contempló asombrado que no eran semillas, eran unos folletos evangelísticos sobre el Adviento y Navidad. Pero cómo puede ser? Se preguntó, si yo vi que eran semillas! Ya que tenía el folleto en sus manos lo leyó.

Me dijo, muchos años después, Pastora ahí entendí que sí eran semillas, Dios estaba sembrando en mi corazón su Palabra sin saberlo yo.

Creo que es una de las historias más bellas y simples para ilustrar sobre el tiempo de espera y preparación en el Adviento.

Así como Pablo recuerda (que viene del latin recorderis, volver a pasar por el corazón) personas y comunidades que viven en sus oraciones, así podemos afirmar, como en el versículo 6, que fue Dios quién comenzó la buena obra en su comunidad, en las personas, y es el mismo Dios que las prepara y perfecciona hasta el día de Jesucristo.

El poder del testimonio compartido y sostenido hace que Pablo, quien ya estaba encarcelado, pueda hablar de los frutos de justicia, de gloria y de alabanza a Dios! Pues sabe y puede dar testimonio que la realidad última es la presencia activa y esperanzadora de la persona de Cristo en nuestra realidad.

Es por esta razón que el Adviento también apunta hacia el carácter misionero de la Iglesia. En tanto celebra la primera venida de Cristo y aguarda su regreso, la iglesia actúa en espera solidaria y compartida!

Quiero compartir con uds, a modo de oración, este bello poema de Adviento autoría de Guido Bello Henríquez

ESPERAR, PREPARAR, SERVIR Y RECIBIR

Esperar a Jesús aunque pocos lo esperen, esperando su reino de paz y verdad, con esa esperanza que nunca se muere esperando a Jesús vivimos Navidad.

Preparar las antorchas que Jesús enciende en nuestras vidas con su paz y libertad, comprender este mundo como Dios lo entiende, preparando luces hacemos Navidad.

Servir con mi Jesús en su largo camino del pobre pesebre hasta la misma cruz, en esta Navidad yo junto mi destino con todos los que buscan su Reino de luz.

Recibir a Jesús en mi propio pesebre, abrir bien las puertas de cada corazón, recibiendo a Jesús y que todos celebren en mi vida y la tuya viviendo su amor.



P. Mariela Pereyra
Florida Oeste, Buenos Aires, Argentina
E-Mail: mariela1pereyra@hotmail.com

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