Göttinger Predigten im Internet
hg. von U. Nembach

Predicación para Nochebuena, 24-12- 2005
Texto: Lucas 2, 1-14 Por: Sergio Schmidt
(-> A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


Titulo: Que no sea otra nochebuena más!

Apreciada comunidad:
Estamos en nochebuena, esperando la tan ansiada Navidad. No lo hemos tomado a la ligera. Tuvimos las cuatro semanas de adviento para prepararnos para su llegada.

Estamos en nochebuena, mañana es navidad y el texto del Evangelio de Lucas nos quiere ayudar a centrarnos en lo que es realmente importante en esta navidad y, si se quiere, distinguirlo de lo que es periférico.

El texto de Lucas, más allá de los datos que brinda a cerca del nacimiento de Jesús, como el censo de Augusto César, el viaje de José y María de Nazaret a Belén, más o menos unos 120 Km, etc; Lucas quiere decirnos algo más. Algo más importante. Dios no deja nada librado al azar. Es como dice el refrán: “Dios escribe derecho con renglones torcidos”.

1º) José y María van a Belén por el censo del emperador pero, en realidad, se están cumpliendo las profecías realizadas por los profetas, entre ellas que el Mesías nacería en Belén. ¿Por qué es importante? Es importante porque Dios mismo cumple con sus promesas. Dios es coherente con sus propias palabras. Dios cumple con lo que promete. En Navidad podemos tener el más profundo de los hechos que Dios hizo por amor a la humanidad, por amor a nosotros. Fue la expresa voluntad de Dios que exista la primera Navidad. Fue el amor de Dios el motor que generó que Jesús naciera. En la Navidad vemos a un Dios que se hace un bebito chiquitito e indefenso para entrar a este su mundo y salvarlo; pero no al modo humano. ¡A Dios gracias!

2º) Jesús nace humilde en un pesebre. ¿Por qué? Podemos tener muchísimas interpretaciones, y de las más variadas. Por lo que el texto de Lucas refleja, este hecho tampoco fue dejado librado al azar. El nacimiento de Jesús, tan humilde y sencillo, refleja en parte cual será la misión de este bebé: el no nació para que le sirvan, sino para servir. Aunque el ángel del cielo da a este bebito tres títulos. “SALVADOR”, “CRISTO”, el “SEÑOR”, nace en medio de la pobreza. No vino al estilo de los reyes de este mundo. No vino para que le hagan honores; vino pensando en nosotros y nuestras necesidades.

Jesús no vino al mundo por que le convenía a él mismo. A nosotros nos conviene que el haya venido. La necesidad no fue de Dios, sino nuestra. Y, es pensando en esto que Dios envió a su Hijo a nacer en este mundo.

3º) ¿Quiénes fueron los primeros que visitaron a Jesús? Unos pastores del campo. Las personas que cuidaban ovejas eran despreciadas por no poder obedecer a la ley de Moisés respecto a los rituales de pureza. Por otras estás cuestiones eran considerados inferiores. Serán ellos y no otros, los primeros que lo visitarán. Nuevamente: ¿casualidad? Lo dudo. Vemos aquí la clase del amor de Dios que no hace acepciones. Dios ama a la humanidad, Dios ama al pecador, al alejado de su amor. Este bebito no vendrá en esta su primera venida para juzgar y castigar, sino para sanar y vendar. El profeta Isaías tuvo razón cuando dijo –en el capitulo 53- que por sus heridas nosotros encontramos la salud.

Resumiendo: en Navidad vemos a un Dios que se acerca a nosotros, nos llama, nos busca, nos ama. Dios se nos acerca. Abrámosle la puerta de nuestras Iglesias, comunidades; las puertas de nuestras casas, familias y hogares. Abramos las puertas de nuestras vidas y de nuestro corazón. Así, si sólo así, podremos decir que la Navidad es paz, amor y alegría.

Que así sea.

Amén.

Sergio Schmidt
I.E.R.P. Buenos Aires.
breschischmidt@telecentro.com.ar

 

 


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