Göttinger Predigten im Internet
ed. by U. Nembach, J. Neukirch, C. Dinkel, I. Karle

Nochebuena, 24 – 12 – 06
Lc 2,1-20, Cristina Inogés
(A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


Hermanos: ¡Que el Señor ilumine su rostro sobre nosotros!

Si alguien ha escuchado alguna vez el canto de los ángeles no lo podrá olvidar. La actuación más sublime tiene lugar en Nochebuena cuando entonan la joya de su repertorio, “Gloria in excelsis Deo”. Este año algún ensayo ha dado que hablar en las tertulias de la corte celestial. Y todo porque un ángel, cuando llegaba el “paz en la tierra” y pensaba en todas las guerras, atentados, violencia y fanatismos, no le salía una nota. ¿Cómo iba a cantar paz en la tierra a la vista de lo que sucedía en Tierra Santa? ¿Cómo expresar júbilo ante los muertos de la televisada guerra de Irak y de las menos publicitadas de África, o ante los desastres naturales que casi siempre afectan a los más pobres? Y el ángel lloraba porque los ángeles, también lloran. El director del coro le dijo: “Como prefieres la verdad a la alabanza a Dios, vas a dejar el coro y tendrás una nueva tarea. Vas a ser el heraldo que vaya recordando en la tierra que siempre, pero esta noche de forma especial, Dios da su paz a todos. Día y noche recorrerás las ciudades y los campos y sembrarás en los corazones de los hombres nostalgia de paz. Te sentarás en sus reuniones para que se escuche el rumor de la paz en medio de las diferencias de opinión y amenazas. Si te cierran las puertas, siéntate en el umbral y no cejes en tu empeño. No tendrás que cantar, pero sí que llorar y lamentar mucho”. El ángel comenzó su peregrinación. Atacado, con dificultades, incomprendido, prosigue su tarea de que nunca desaparezca la nostalgia de la paz, sino que crezca.

(Según un relato de W. Reiser)

Un cuento de Navidad no viene mal en estos días, pese a que la Navidad no es ningún cuento. Quizá alguno de nosotros ha encontrado un ángel así, normalmente están muy cerca de nosotros y son de carne y hueso, sin alas ni melenitas rubias. Son personas nada conflictivas que ponen paz en todas partes y tienen ese don especial para saber hacerlo en el momento justo; son más bien calladas y muy observadoras, personas positivas, amables, comprometidas, entregadas, dispuestas a hacer el bien y todo, sin concederle la menor importancia. ¿Tienes alguna cerca? ¡Seguro que sí! Probemos a ser un ángel de esta clase durante todo el año. El mundo se beneficiará. Es una estupenda misión que nace de la Navidad que es, la misión de Dios.

Cristina Inogés. Zaragoza. España
crisinog@telefonica.net


(zurück zum Seitenanfang)