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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

7º domingo después de Pentecostés, 29.06.2008

Sermón sobre Mateo 11:25-30, por Carlos Silva

  

La sencillez, una forma de vida

¿Qué dice el texto? Tres ideas importantes aparecen en el texto evangélico. En primer lugar, el Señor da gracias y bendice al Padre porque se revela a los sencillos. En segundo lugar, afirma que sólo conocemos al Padre a través suyo. En tercer lugar,  Jesús convoca a quienes se sienten cansados y les dice: "Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados y yo les daré descanso" (v 28), "Tomen sobre ustedes mi yugo" (vv 29).

¿Qué nos dice el texto? Por un lado, nos habla de la pedagogía de Dios que oculta el Misterio y la novedad del Reino a los sabios y a los inteligentes -mejor dicho, a los que se creen sabios e inteligentes- pero lo manifiesta a los pequeños. ¿Quiénes son pequeños a los ojos de Dios? No son los fariseos que ponen el acento en lo exterior olvidando el corazón, ni los letrados que creen saberlo todo, ni los que acumulan saber para sí mismo o se creen superiores, sino los sencillos. Entendemos por sencillos a los humildes, francos, sinceros, abiertos, y pequeños. Son sencillos los que se sienten y saben discípulos de Jesús, y los que tienen conciencia de que, lo que son, no es mérito propio, sino obra de Dios. Son los que no tienen un corazón orgulloso, engreído, vanidoso, auto-suficiente, petulante, engreído, hinchado. Los sencillos son los humildes, los que entienden las cosas de Dios, es decir, lo espiritual.  

Hoy, la técnica, la globalización, las inter-dependencias económicas, culturales, étnicas, etc... "complican" muchas cosas. Sin embargo, el interior humano reclama sencillez. En sentido espiritual, la sencillez consiste en vivir lo esencial, y relativizar lo superfluo. Los que son complicados en sus vidas tardan en comprender el Reino. También, tienen dificultad en comprender el mensaje evangélico. Ser sencillos es una forma de vivir. No se trata sólo de hacer pequeñas cosas, sino de un estilo de vida. Fueron sencillos -sin dejar de ser grandes- Teresita de Lisieux, o Teresa de Calcuta. Quienes intentan este estilo de vida, dan importancia a las pequeñas cosas: el beso de la madre, la llamada del amigo, la visita del vecino, el canto de los pájaros al amanecer, la brisa del viento sobre la mejilla, etc. Quienes intentan ese estilo de vida, dan prioridad a lo que permanece en el tiempo, por ser justamente, esencial.,

Son sencillos los que conocen al Padre por el Hijo, y de Él reciben el conocimiento de las cosas de Dios. Jesús tiene conciencia de filiación divina y hace partícipes de esa filiación a los que viven sencillamente. Bendice al Padre que les revela el Reino. Bendice al Padre porque, en definitiva, éstos viven como hijos.

Los sencillos ven todo "con los ojos de Dios", incluso el cansancio, y la dificultad. El cansancio es una realidad humana que puede ser física o intelectual, de convivencia o pastoral. Podemos considerar que existe un cansancio espiritual, hermano de los anteriores. Es una dificultad que nos desafía. Las causas son diversas y las consecuencias también. Estar cansado hace pensar en descanso y vacaciones. El problema es mayor cuando abarca toda la vida. Hay quienes parecen cansados de vivir, pero la vida no tiene vacaciones. El cansancio nos revela, a la vez, el límite y la necesidad de los otros y de Dios. Podemos cansarnos de nosotros mismos. Cuando aparece, envejecemos antes y faltan las fuerzas. El cansancio puede transformarse en un peso muerto. El cansancio exige descanso para reponer energías y volver a la lucha. La pregunta es, entonces, ¿cómo descansar?

Se trata de asumir la realidad espiritual como importante y con sencillez, como el eje de otras dimensiones humanas, y de tomar conciencia de que hay cosas, como el amar, de las que nunca podemos cansarnos. Podemos cansarnos de muchas cosas, menos de orar y amar.

Se trata de encontrar descanso en Cristo. Hay dos movimientos que se complementan: ir a Jesús y aprender de Él. Aquí se presenta como "manso y humilde de corazón" (v 29). Quien se acerca a Cristo encontrará descanso. Quien aprenda de Jesús encontrará paz. Quien vive cómo Él, sabrá de la sencillez que, a la vez, es profundidad, porque es vivir en Él. Cristo se revela como espacio de descanso. Es alivio, tregua, pausa, respiro. Nos enseña la mansedumbre, la importancia de ser reflexivos, contemplativos, pacientes y a saber esperar pues el manso vence sus ansiedades y miedos, habla desde el corazón y trasmite sentimientos de paz, tranquilidad y alivio. La Ley de los fariseos había multiplicado las observancias. Era imposible cumplirla. Causaba cansancio. Los mandamientos y sus explicaciones, en lugar de ayudar a caminar, cansaban. Cristo se manifiesta como liberador porque es Amor. El amor libera y es descanso, por eso se entienden sus palabras: "aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, porque mi yugo es suave y mi carga ligera" (v 30).

En definitiva, vamos a Jesús desde la sencillez del amar. De Él recibimos la propuesta de un estilo de vida sencillo, el del amor. Quien vive en Él encuentra alivio.   

            Para la reflexión:

            ¿En qué consiste tener una vida sencilla?

            ¿Qué es, para mí, la sencillez espiritual?

            ¿Por qué cosas bendigo a Dios?

            ¿Estoy cansado?, ¿de qué?, ¿cuáles son sus causas?

            ¿Dónde y en qué encuentro descanso?

            ¿Voy a Jesús, manso y humilde, como fuente de descanso espiritual?

            ¿Cómo anda mi oración y mi vida interior?

¿Qué le decimos a Dios? Mientras bendecimos y agradecemos a Dios por lo que hace en nuestros familiares y amigos que viven sencillamente, nos comprometemos a intentar ser sencillos. A la vez, le pedimos sabiduría para ir hacia Jesús, y en Él reparar las fuerzas. Rogamos levantarnos y continuar la lucha. Recordamos que Cristo es fuente de reposo, esperanza, alivio y liberación. Recordamos que su corazón es una escuela de humildad, mansedumbre, oración y sabiduría de vida. Nos comprometemos a peregrinar hacia Él.

 

 



Pastor Carlos Silva
Montevideo
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