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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

18. domingo después de Pentecostés, 26.09.2010

Sermón sobre Lucas 16:1-13, por Patricia Cuyatti

La historia bíblica de este domingo reflexiona sobre el aspecto administrativo de bienes materiales y no materiales entregados a un mayordomo. Para cada uno/a de nosotros/as no nos es desconocido el hecho de administrar nuestros bienes, tiempo, relaciones, etc. Pero el aspecto un tanto inexplorado reside en cómo nos relacionamos con otros/as cuando se está a cargo de la administración de bienes ajenos.

Lo Común de la Historia Bíblica

Uno de estos días, viajando por la ciudad y reflexionando sobre el texto bíblico de hoy, una frase inscrita en un pequeño anuncio en la parte posterior de un carro llamó mi atención: La frase decía: "En un tiempo de muchas decepciones, decir la verdad es una acto revolucionario." En palabras simples, el decir la verdad se convierte en un acto provocador y rebelde. A esto volveremos después pero de esta afirmación podemos partir analizando la actitud del personaje principal de la historia: el mayordomo.

La historia empieza afirmando el descontento del amo. La razón: el mal trabajo de su mayordomo. La historia no ofrece detalles acerca del mal trabajo pero conjeturando podemos imaginar a un mayordomo descuidado en su trabajo, o a alguien que dejaba su trabajo para después no teniendo resultados efectivos que ofrecer, o quizá se trataba de alguien que había aprendido a tomar ventaja de su rol como administrador y le era común el corromper los resultados. Sea cual fuera la razón, el hecho era que el amo estaba descontento con la gestión del mayordomo.

El mayordomo consciente de los sentimientos y de las conclusiones a las que el amo quiere llegar, busca astutamente revertir su situación. En el afán de proteger su estatus, el mayordomo se pone a trabajar. En un buen acto de responsabilidad, el mayordomo llama a quienes tenían deuda con su amo. Sin embargo, en vez de enfocarse en su rol de administrador, es decir en lugar de actuar con temor en relación a bienes ajenos, el mayordomo usa su posición para beneficio propio o con el fin de asegurar su posición. El mayordomo nos confirma ser infiel en la administración de los bienes del amo. Un primer aspecto de la mala administración del mayordomo es su infidelidad. La infidelidad se hace evidente al alterar los montos por cobrar: si fue cien, el mayordomo solamente cobra cincuenta. Un segundo aspecto es la actitud del mayordomo en relación a los deudores. El mayordomo bondadoso y perdonador asume ese rol no para beneficiar a los deudores de su amo. Se trata de una engañosa bondad porque su fin reside en beneficiarse a sí mismo ya sea perdonando falsamente un porcentaje de la deuda a los/as deudores de su amo y ofreciendo, a la vez, un resultado alterado de las ganancias a su amo. Como consecuencia de esta actitud, el tercer aspecto es la corrupción.

El mayordomo altera la verdad no solo al cobrar la mitad o un porcentaje de la deuda a los/as deudores/as sino que altera su verdadero ser ya que presume de haber obrado justamente ante su amo y presume de una aparente bondad ante los/s deudores/as. Esa presunción, cuyo objetivo es dejar contento a su amo, evidencia la infidelidad del mayordomo, infidelidad que comienza con el mismo y que se extiende hacia los/as deudores/as y su propio amo.

Lo que no es común en la historia del mayordomo: La honestidad

El ser fiel en lo poco y en lo mucho es un detalle que se relaciona con la honestidad y la prudencia. La fidelidad a la que Jesús apela al narrar la historia del mayordomo se vincula con la constancia y la permanencia de vivir en relación a valores que permiten relaciones de confianza y respeto. No que el mayordomo haya quebrado sus lazos de relación con el amo y los/as deudores. De hecho, el mayordomo es capaz de anticiparse a una posible ruptura. El detalle es que el mayordomo quiere mantener sus relaciones alterando los valores que esas relaciones requieren. El hacer uso de acciones que buscan su beneficio personal, desvirtúan la manera de cómo el mayordomo se relaciona con sus semejantes. Desde que su presencia en la relación altera la forma de cómo se presenta y de cómo usa a otras personas en la relación hace del mayordomo un ejemplo de cómo corromper las relaciones.

Lo que Jesús nos invita a pensar y a asumir es una actitud honesta y transparente. ¿Qué hubiera pasado si el mayordomo hubiera decidido ser sincero y si hubiera aceptado que su trabajo no respondía a las expectativas de su amo? Podemos especular mucho sobre la respuesta, pero sin duda, si el mayordomo hubiera sido sincero, ese hubiera sido un acto rebelde a las actitudes que hoy en día se han hecho comunes; hubiera sido un acto provocador al engaño y a la astucia. Pero desde que el mayordomo escoge actuar siguiendo el sentido corrupto de la honestidad, el pierde su oportunidad de aprender y de entrar en sincera amistad con su amo, en continuar con modestia para con los deudores/as.

De hecho, no se trata de un mayordomo descuidado de su trabajo, sino de un mayordomo que altera su labor y se hace amigo de procesos que lo ubican en la común, en la desesperanza y consecuentemente en la decepción de no poder cambiar con sus actos la tan habitual y corrompida realidad. La fidelidad de lo mucho y lo poco quiere recuperar los valores extraviados. De alguna manera, se trata de tocar lo profundo de uno mismo y de repensar el concepto de mayordomía. Mayordomo o mayordoma no es solamente aquel o aquella que ha sido elegido a una posición por la capacidad que tiene, sino porque esta persona tiene la virtud de usar sus capacidades siendo fiel a sus relaciones. La mayordoma o mayordomo que es fiel en lo poco y en lo mucho descentra su ser y cumple con su rol porque se debe a quienes le confían esa posición.

Entre Tensiones

Al leer la narración que hoy nos convoca se me confirma la invitación de Jesús a considerar y entrar en contacto con las tensiones que el ser humano trae en sí. La actual realidad hace poco por sobreponerse ante las decepciones creadas por la mentira y el engañó. La historia narrada por Jesús invita a una firme oposición y a la rebeldía frente al engañó. Para confrontar ese aspecto social se hace urgente enfrentarlo a nivel personal. El confrontarse con uno/a misma/o significa tener la fuerza para aceptar las debilidades a fin de crecer. En lugar de continuar sagazmente en el engañó, la fidelidad provoca a enfocarse en relaciones honestas.

Antes de arribar a ellas se hace urgente la cura personal. Partiendo de la recuperación de la humanidad personal, las relaciones con los semejantes evidenciaran esa salud personal. El concepto de mayordomía que el texto bíblico trata de evidenciar se basa en la actitud fiel donde la inteligencia es usada para el beneficio común. En medio de las ambigüedades de la vida, ser fiel todavía guarda sentido y es el refugio que provoca esperanza y unidad. Motivándoles a que ustedes provoquen honestidad les animo a ser mayordomos y mayordomas fieles. ¡Dios les bendiga en este caminar!



Pastorin Patricia Cuyatti
Perú
E-Mail: moyavida@hotmail.com

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