Göttinger Predigten

Choose your language:
deutsch English español
português dansk

Startseite

Aktuelle Predigten

Archiv

Besondere Gelegenheiten

Suche

Links

Konzeption

Unsere Autoren weltweit

Kontakt
ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

22° domingo después de Pentecostés, 24.10.2010

Sermón sobre Lucas 18:1-8a, por Germán López-Cortacans

 

Estimados hermanos y hermanas

El texto de esta mañana empieza con estas palabras: "Jesús les contó una parábola para explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse". En la parábola se relata la historia de una viuda que de tanto insistir consigue que el juez soberbio le escuche y le haga justicia. De este relato se extrae una conclusión: si esto hace el juez injusto, Dios ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? Las palabras de Jesús nos invitan a reflexionar sobre el significado de la oración. Pero antes de reflexionar sobre lo que significa e implica la oración, nos debemos preguntar quién es nuestro interlocutor. La pregunta no es ociosa, necesitamos reflexionar sobre quien es Dios o mejor dicho que imágenes de Dios tenemos interiorizadas que moldean nuestra espiritualidad articulando una manera determinada de relacionarnos con Dios, con nuestro prójimo y con nosotros mismos.

¿Quién es Dios para nosotros? No se trata de explicar quién es Dios porque esta pretensión excede nuestra comprensión del Misterio. La pregunta demanda una respuesta más íntima y que se responde desde la propia relación que tenemos con Dios. Es desde este contexto relacional y de comunión con el Señor de la Vida donde tiene su pleno sentido la oración. Es decir, orar es estar con Dios, es tenerlo presente en nuestras decisiones, proyectos e ilusiones. Orar implica reconocer el cuidado de Dios en nuestras vidas, es agradecerle el plato de comida que diariamente tenemos en la mesa, es agradecerle el techo que nos cobija, es darle gracias por la amistad que nutre nuestras vidas. Es desde este contexto relacional enraizado en la gratuidad y en el amor donde nuestra imagen de Dios debe ser constante depurada. Muchas veces Dios es percibido como lejano y ajeno a nuestras vidas que sólo contesta con silencio, quizás para muchos Dios es un juez implacable que contesta nuestras oraciones en función de nuestras obras. Para otros Dios es percibido como un "conseguidor" que debe conceder nuestras peticiones. Estas imágenes configuran un tipo de espiritualidad que hunde sus raíces en el miedo, en la frustración y en la duda. Es por eso que es urgente volver al evangelio para conocer al Dios de Jesús de Nazaret.

Es Jesús quién nos muestra el Padre tierno y compasivo que cuida de sus criaturas, es a Él que tenemos que orar noche y día. Es por ello que en medio de una sociedad marcada por la prisa y el agobio, necesitamos tiempo para estar a solas con el Señor de la Vida. Pero también cuando vayamos en autobús, andando o en metro a nuestro trabajo, cuando estemos paseando por la calle o cuando estemos comprando en el mercado también debemos tenerlo en nuestro corazón y pensamiento. Que el Señor bendiga nuestra vida de oración personal y comunitaria.

Amén



Germán López-Cortacans
Iglesia Evangélica de Sants EEC-IEE
E-Mail: germancortacans@hotmail.com

(zurück zum Seitenanfang)