Göttinger Predigten
Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach
Pascua de Resurrección, 24.04.2011
Sermón sobre Mateo 28:1-10, por Julio Strauch
Vivimos en un mundo cada vez más complicado. Hay muchas situaciones que nos provocan angustia, pesimismo y miedo. Muchas veces nos sentimos abrumados cuando nos tenemos que enfrentar a las cosas que pasan a nuestro alrededor. Parece que la muerte, la violencia, la injusticia y las desigualdades fueran normales. Muchas veces estamos parados frente a la indiferencia, a la intolerancia y a la discriminación hacia los que tienen menos, hacia los que creemos son diferentes, sin podernos mover. El individualismo, el sálvese quien pueda, la corrupción, los intereses materiales y el totalitarismo son moneda corriente en nuestros días y nosotros los miramos pasar. El medio ambiente, la hermosa creación de Dios, está siendo destruido y frente a todo esto no sabemos muy bien qué podemos hacer o qué debemos hacer.
Silencio…Estemos un momento en silencio…
Si el fundamento de nuestra fe es la Palabra de Dios, entonces escuchemos que nos quiere decir en este día:
(Lectura del texto de Mateo 28: 1-10)
¡No tengan miedo!
Dios se ha manifestado a nosotros, sus hijos e hijas, de una forma en que nunca lo había hecho.
Ha cambiado la historia, le ha dado un vuelco inesperado. La tumba está vacía. Él, el Rey de Reyes, ha dado su palabra final frente a la muerte. Y todos han sido protagonistas de este hecho: los ángeles, los soldados que tienen mucho miedo, las mujeres entre temerosas y alegres y Jesús que se aparece ante ellas y les da ánimo.
¡Ha resucitado al Hijo! La tumba vacía, las señales extraordinarias, son parte de un hecho que cambia toda la historia de fe del ser humano.
Dios se ha manifestado, ha dicho que la vida es la última palabra y no la muerte.
Dios vence a la muerte por medio de la vida y esto se transforma en su mensaje central.
Sin embargo, muchas veces, parecería que este mensaje quedaría ahogado frente a tantas situaciones de dolor.
Con su muerte y resurrección, Jesús se enfrentó a todo esto y lo superó, lo pasó por encima, lo trituró, lo dejó sin palabras.
Ayer, Invitó a sus discípulos y a las mujeres a hacer lo mismo y hoy nos invita a nosotros también.
Que este mensaje, difícil de llevar adelante, no nos paralice, que las situaciones que nos abruman nos permitan movernos y actuar. Que el ejemplo de Jesús nos invite a promover la esperanza y la vida verdadera.
Dios ha tenido y tiene la última palabra, a partir de la resurrección de Jesús, esa palabra es superadora de todo mal, de toda muerte, de toda injusticia.
¡No tengan miedo! les dijo el ángel a las mujeres. ¡No tengamos miedo, el Señor está con nosotros!