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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

Domingo de Pascua, 31.03.2013

Sermón sobre Lucas 24:1-12, por Fabián Paré


Un particular sepulcro vacío

«...pero a ellos les pareció que deliraban, y no les creyeron...»

Una sepultura vacía comienza a generar desconcierto, desencadenando dudas y asombros dado que todo lo que ‘se supone' debiera ocurrir, no ocurre; y lo que se piensa que no podría ocurrir, ocurre; y esto es un problema para la interpretación y razonamiento humano. Es un dato importante de tener en cuenta a la ahora de reflexionar la fe cristiana dado que, en lugar de certezas aparecen las dudas, en lugar de convencimientos aparecen replanteos, en lugar de un pensamiento unificado aparecen distintas maneras de comprender, en lugar de una conducta masiva surgen conductas diferentes. Este es el momento de vigilia pascual, en el cual ante una sepultura vacía, no se puede evitar el momento de desconcierto.

Una falencia importante en la convivencia humana, es la mala costumbre de guiarnos por lo que nos parece, y en consecuencia condicionar nuestro comportamiento. Esta cuestión, que afecta prácticamente todos los ámbitos de nuestras vidas, no es una característica de las sociedades conformadas más recientemente, sino que fue propio de la sociedad humana desde siempre. Esta apariencia que prevalece en la interpretación, incide en la convivencia, y en medio de estas interpretaciones influenciadas por ‘lo que le parece' a cada uno, es que comienza a percibirse la presencia de la resurrección.

La conformación de las realidades que nos toca vivir, muchas veces está impregnada con un monto importante de ‘lo que nos parece', y en lugar de replantearnos esas realidades nos dedicamos a repetirlas o reproducirlas de alguna manera. Cuando los discípulos escuchan a las mujeres hablar del anuncio que habían recibido en el sepulcro vacío, ‘les pareció que deliraban', de los once solo Pedro decide una actitud diferente, y no se trata de que sea mejor o peor, se trata de un comportamiento diferente, fue a ver si lo dicho era cierto. En esto hay un ejemplo interesante, el no quedarse tan solo con lo que las mujeres habían dicho, sino ir a verificar si era así. ¿Cuántas veces verificamos algo que nos digan antes de tomarlo como una verdad absoluta?

Creer ciegamente en lo que alguien nos dice, no es equivalente a creer en Jesucristo; la tumba vacía -que refleja la resurrección- nos trae dudas, replanteos, diferentes formas de ver y entender, lejos de exigir una incondicionalidad ciega, nos trae la posibilidad de disentir. La tumba vacía comienza a desestructurar el pensamiento unificado existente, aquello en lo que socialmente se está de acuerdo; desordena lo que las interpretaciones humanas fueron ordenando, comienza a desafiar todo ‘lo que nos parece'. Una tumba vacía que desafía los designios de la interpretación de la ley que se tenía en el momento, ley que se interpretaba para sostener la violencia en la que estaba sumergida las realidades en las que se convivía. Los grandes intérpretes de la ley en la época de Jesús, les parecía que Jesús blasfemaba, también les pareció que debía morir, e instrumentaron todo lo que estaba a su alcance y en lo aceptado bajo la ley, para que sea crucificado. Hay factores que juegan también para que las cosas nos parezcan algo y no lo otro, y tienen tal incidencia que llevan a la manipulación por medio de alianzas para lograr su cometido. Esto es lo que la tumba vacía comienza a desarticular, probando que las alianzas y las confabulaciones no tienen poder sobre la presencia de Dios.

Es un momento del el cristianismo para dudar, para replantear, para desestructurarnos; y no para consolidar certezas, esas certezas que llevaron siempre a distintas formas de violencia, generalmente para excluir, expulsar, segregar, descalificar, aislar o destituir, a quienes no están dispuestos a volverse sumisos a las interpretaciones desde las que se pretende condicionar el comportamiento de la sociedad.

 



pastor luterano Fabián Paré
Eldorado, Misiones, Argentina


E-Mail: fabianpare@hotmail.com

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