Göttinger Predigten
Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach
14° domingo después de Pentecostés, 02.09.2007
Sermón sobre Lucas 13:22-30, por Sergio Schmidt
Apreciada comunidad:
A primera vista este texto nos choca y nos desubica un poco. Jesús habla que debemos optar por la puerta angosta. Si esta puerta angosta es la puerta que conduce a la salvación, ¿como es que dice que muchos querrán entrar y no podrán? ¿Jesús sin ningún tipo de problemas responde, en forma indirecta pero lo hace, que son pocos los que se salvan?
El elemento de juicio es claro. A partir del vs. 25 es el contexto de la segunda venida de Jesús. ¿Por que Jesús habla de este modo? ¿Un Jesús que no acepta cuando una persona desea la salvación? ¿Un Jesús que no desea abrir la puerta cuando alguien golpea?
La lista de preguntas, sin duda alguna, podría ser muy extensa. El contexto mismo de este pasaje nos puede iluminar bastante todas estas cuestiones. Vayamos por parte.
•1) El pasaje comienza con "En el camino a Jerusalén..." Es una alusión indirecta a 9:51 en la cual Jesús ha comenzado a subir hacia Jerusalén donde, seguramente, le espera la cruz. Podemos ver que la figura del "camino" es la que mejor representa al EvLc. Jesús dirige estas palabras camino a la cruz. El contexto es claro, antes de nuestro pasaje se habla de la necesidad de la conversión, de la higuera sin fruto, la parábola de la semilla de mostaza y la levadura. Después de nuestro pasaje, Jesús afirma que solo en Jerusalén puede morir y, por su fuera poco, etiqueta de "zorro" a Herodes. Después Jesús llora por la incomprensión de Jerusalén. En otras palabras, del contexto mismo, podemos ver que estas palabras Jesús las dirigió a las personas que no creían en El; llamémosles, entonces, inconversos.
•2) Este pasaje es igual como cuando estamos viajando en auto por alguna ciudad y vemos que en frente nuestro hay un semáforo con la luz amarilla titilando. Esto significa "precaución". Podemos pasar, claro que si, pero debemos tener precaución al pasar. Las palabras de Jesús son exactamente eso, pero para el viaje de la vida: "debes tener precaución, estas en el mediodía de tu vida, todavía estas a tiempo. Fíjate donde te llevan tus pasos, mañana puede ser tarde."
•3) Este pasaje nos llama la atención sobre nuestra libertad y sus implicancias. La advertencia de Jesús es excelente: no podemos, tal como lo escucho comúnmente entre los adolescentes y los que ya no deberían actuar o pensar como tales, solo pensar en el Hoy: aclaro, de paso, que no se puede citar a, por ejemplo, EvMt 6:34 para avalar tal idea. Para vivir plenamente el hoy tengo que tener un sentido en la vida, es decir, ¿en que voy a invertir la vida, la libertad, mis dones, mis capacidades, mi existencia en cuanto persona, que Dios me ha dado? La vida implica libertad, la libertad implica responsabilidad: otra vez estamos, como ya lo vimos, con el concepto de precaución.
•4) La muerte es la estación final en nuestro peregrinaje por la vida. Y es algo seguro. La muerte es mucho mas que aquello hace que nuestra existencia sea acotada en el tiempo. Claro, depende de como vemos a la muerte. Para mi la muerte es un paso mas para la vida con mayúscula. La muerte es solo un paso mas, un peldaño mas, un escalón mas, hacia el verdadero encuentro con el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Volviendo a nuestra mirada a nuestra vida terrenal, lo malo no es tener que morir, lo malo es morir sin haber vivido: ¡tantas veces lo he visto en mi ministerio! ¡tanta gente muere sin vivir!
Tanta gente siente que no pasa la vida sino que la vida le pasa a el.
•5) Jesús no le daba a su muerte un valor negativo, ¿por que lo tenemos que tener nosotros? La muerte es lo que hace que el tiempito, cortito, en la cual pasamos por este mundo sea tan significativo para nosotros. Por eso la muerte nos hace sufrir, no nos gusta, pero es la que le da sentido a la vida.
•6) Y, en este sentido de la vida, la muerte de Jesús tiene mucho para decirnos. Mas hoy en día, cuando están de moda las cristologías descarnadas de toda trascendencia y de toda escatología. Tal vez, unos de los mas grandes errores del cristianismo de hoy es que, tiene tan en su conciencia la tara mental de no tener que ser ni opio del pueblo que tiende a desplazar a toda realidad trascendente catalogándola, precipitadamente dado sus preconceptos filosóficos, como "alineación" o "enajenación del ser". No me sorprende entonces, en absoluto, ver que ahora estamos como estamos: vacíos. Vivimos atosigados por el nihilismo que deviene del postmodernismo. Nadie queda en pie: ni la Biblia, ni los grandes hombres y mujeres de fe, ni los dogmas. Debemos aprender a vivir en este mundo occidental que reniega de sus propias raíces y adora a su reciente -aunque no tanto- becerro de oro: el autoritarismo del relativismo.
•7) De este vacío no se "salvan" las iglesias e instituciones eclesiásticas. Es realmente increíble; los principales ataques a la fe en Jesucristo y a la Biblia ya no vienen del los "comunistas ateos" ni de los "escépticos" sino, muy por el contrario, de los "amigos de la Biblia". Con el fantasma de ser un opio, somos presionados para que abandonemos nuestra fe en Jesucristo y cataloguemos todo como mito, en el peor sentido de la palabra.
•8) No nos damos cuenta que el antídoto que usamos es el veneno que nos esta asfixiando. Y, en todo este contexto, volvemos a escuchar estas palabras del texto lucano alertándonos a que tengamos precaución: los primeros serán últimos y viceversa. ¿que significa? Que los primeros, los que se consideran capaces y especializados serán los últimos. Los últimos, por las carencias que implican ser último, serán primeros; no tanto por el hecho mismo de ser últimos, sino que, al ser últimos, tienen mas chances para confiar en Dios. Si tienen alguna duda, analicen con esta óptica a las Bienaventuranzas del Sermón de la montaña.
•9) Y siguiendo esta línea de pensamiento, los humildes, los sencillos, los "chiquititos" del Reino son los que abrazan fervorosamente la fe. Tal vez ellos al tener la suerte de no tener la autosuficiencia filosófica ni las banalidades del relativismo postmoderno, están mucho más capacitados para ver a Dios.
•10) Para decirlo con las palabras del EvLc 10:21-24: "En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: "Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. "Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar".
Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?". EvLc 18:8b.
Amen.