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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

Décimo cuarto domingo de Pentecostés, 14.09.2014

Sendas Dios hará
Sermón sobre Éxodo 14:19-31, por Carlos Amarillo

 

"... y así el Señor convirtió el mar en tierra seca, y por tierra seca lo cruzaron los Israelitas..."

  Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sean con cada uno de ustedes. Amén.

 

Al preparar el sermón para este domingo, encontré una historia maravillosa que nos ayudará a atesorar este relato bíblico del Antiguo Testamento.

Un chico estaba sentado en un banco de la plaza con una Biblia abierta en sus manos y  a grandes voces y sin temor a lo que la gente pensara, alababa a Dios diciendo: ¡Aleluya! ¡Aleluya!  ¡Dios es grande!

Al rato, un hombre, quien recientemente había terminado sus estudios en la universidad, pasa por la plaza.  Este joven profesional se sentía un iluminado por todas las verdades aprendidas y quería compartirlo con todos.   Se acercó al chico y le preguntó cuál era la fuente de su alegría...

El chico lo miró con una amplia sonrisa y le dijo: "¿Acaso no tenés una idea de lo Dios es capaz de hacer?   Acabo de leer una historia maravillosa como Dios pudo abrir las aguas del mar Rojo y permitió que toda la nación de Israel pudiera pasar a través del mar."

El hombre se sonrió, y se sentó cerca del chico y comenzó a tratar de abrir sus ojos a las "realidades" de los milagros de la Biblia. "Todo eso tiene una explicación...  los grandes eruditos de estos tiempos han  demostrado que en ese lugar el mar Rojo solo tenia unos 25 centímetros de profundidad, por lo tanto no fue un gran problema cruzar el mar Rojo"

El chico quedo asombrado. Su mirada iba desde el hombre hasta la Biblia que tenía en sus manos.   Y el hombre contento por haber "iluminado" a un pobre y inocente chico, decidió que era hora de seguir su camino.   Ni bien comenzó a alejarse, escuchó una vez más como aquel niño alababa a Dios, diciendo: "¡Aleluya! Aleluya! ¡Dios es grande!

El hombre se dio vuelta,  y le preguntó: "Y ahora ¿Cuál es el motivo de tu alegría?"  y el chico respondió: ¡Estoy contento, porque Dios es más grande y poderoso de lo que pensaba!"  "No solamente pudo guiar al pueblo de Israel por el medio del mar, sino que también permitió que toda un ejército se ahogara en 25 centímetros de agua...

La Biblia está llena de historias maravillosas que despiertan nuestra atención y en lo personal atesoro el relato del cruce del Mar Rojo desde mi infancia.  La atención como cristianos no está en la profundidad de las aguas del mar Rojo, sino en lo que Dios hace en nuestras vidas de todos los días y lo que Dios puede hacer en nuestras vidas en los tiempos más difíciles. Cuántas veces hemos leído historias bíblicas en la que el pueblo o el personaje enfrentaba tal situación que era difícil de superar, sin embargo la mano poderosa de Dios estuvo con ellos.  

Nosotros mismos nos enfrentamos a situaciones en las que pareciera que no hay salida, nos encontramos entre el mar y las espadas.  Y es aquí que es bueno hacer un ejercicio de memoria y recordar que en todas nuestras vivencias Dios estuvo presente, Dios no se quedó con los brazos cruzados,  Dios no se quedó mudo.   Mirar hacia atrás y reconocer a Dios que obra de una manera poderosa en nuestras vidas y en las de nuestros seres queridos.

El relato del cruce del Mar Rojo es una escena que nos desespera ante la falta aparente de una salida, aun así, la realidad es que Dios no llamó al pueblo de Israel a la orilla del mar Rojo solo para dejarlos morir, sino que Dios había planeado algo maravilloso para ellos.  Dios no lleva hasta la orilla para abandonarnos o dejarnos morir, algo tiene preparado para nosotros. En esto debo decir que admiro a las personas que en la dificultad tienen palabras que animan... Dejate soprender, Dios va a hacer algo maravilloso. 

Después del cruce del Mar Rojo, el pueblo de Israel enfrentó otras situaciones, y Dios les dio lo necesario para el camino.  Y así como Dios cuidó y guardó a Israel en el caminar, así Dios también lo hará con cada uno de nosotros.  Atesoremos en nuestros corazones que Dios tiene planes para cada uno de nosotros.

La historia del cruce del Mar Rojo y tantas otras historias bíblicas nos animan a seguir marchando en la alegría y la esperanza que camina con  Aquel que nos regala un nuevo amanecer cada día.   A caminar confiados en Dios como lo hizo Moisés y  actuar  movilizados por la fe sabiendo que Dios nos guía hasta "la orilla"  y nos seguirá guiando en los siguientes pasos...

Es muy probable que al llegar a ciertas situaciones tengamos miedo, y mucho miedo, como seguro lo sintió el pueblo de Israel al ver las aguas del mar Rojo, pero Dios nos ha mostrado muchas veces lo que puede hacer en nuestras vidas y ahora solo necesitamos dar el paso de fe en el camino que se abre delante de nosotros.

Debemos estar listos para ver el camino, y seguir a Dios aunque parezca que no hay salida, confiar que Dios obra de tal manera para liberarnos de todo aquello que nos aflige, angustia y oprime.

Esta es una historia maravillosa con grandes enseñanzas.  Poner todo lo que nos oprime en las manos de Dios, dejarnos guiar por Él aunque parezca que vamos hacia un camino sin salida, Dios va a hacer algo maravilloso en nuestras vidas.

Querida congregación, pongamos nuestras vidas y nuestra esperanza en Dios, ese Dios de amor que nos promete estar con nosotros todos los días de nuestra vida.  Confiemos en Dios tal como lo hizo Moisés y tantos otros hombres y mujeres de Dios. Confiemos, Dios va a actuar. 

Los animo a poner nuestras vidas en Dios y dejarnos sorprender y ser testigos del poder de Dios obrando en nosotros.  Y al igual que el niño de la historia clamar a grandes voces:   "¡Aleluya! Aleluya! ¡Dios es grande!  Amén.

Oración:

Dios de inmenso amor, te damos gracias porque en Cristo nos diste una nueva vida y en Cristo nos animás a recorrer sendas de una vida plena y abundante. Ayúdanos en nuestras debilidades y cambia nuestros miedos, angustias y opresiones en un canto de esperanza: 

 

           Sendas Dios hará donde piensas que no hay

Él obra en maneras que no podemos entender

Él me guiará a su lado estaré.  Amor y fuerza me dará

Un camino hará, donde no lo hay.  Amén



Pastor Carlos Amarillo
Buenos Aires
E-Mail: skupch_amarillo@yahoo.com

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