Göttinger Predigten

Choose your language:
deutsch English español
português dansk

Startseite

Aktuelle Predigten

Archiv

Besondere Gelegenheiten

Suche

Links

Konzeption

Unsere Autoren weltweit

Kontakt
ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

Décimo quinto domingo de Pentecostés, 21.09.2014

Sermón sobre Mateo 20:1-16, por Daniel Favaro

El "Reino de los cielos es semejante a...", así suelen empezar estas Parábolas del Reino, aunque para comprender mejor el sentido de ellas será mejor expresar: "Con el Reino de los Cielos pasa como con..."
Nos encontramos con que Jesús utiliza en estas parábolas ejemplos de la vida cotidiana, situaciones conocidas por todos, para enseñar cómo es el Reino de Dios. Pero como se trata de una sociedad gobernada por Dios algo cambia y ese cambio es lo que muestra la característica de esa sociedad regida por el amor es sus relaciones.
Pero nuestra sociedad es otra, nuestra cultura es diferente y necesitamos algunas aclaraciones...
Para entender mejor la parábola, hay que tener en cuenta que el trabajo "de sol a sol" suponía que el día laborable tenía doce horas, que eran divididas generalmente de tres en tres. Según nuestros criterios, sería una jornada de 6 hs.a 18 hs.
Los primeros jornaleros se reunían en la plaza del pueblo a la espera de que se los contrate, si no conseguían trabajo era porque nadie los requería y no por no querer trabajar. Están los que fueron contratados a las 6 de la mañana, otros a las 9, otros a las 12, otros a las 15 y los últimos, a las 5 de la tarde, la undécima hora.
Con los primeros acordó un pago de un denario, que es el equivalente al jornal de un día y era lo necesario como mínimo para la subsistencia de un día. A los otros les dijo que les pagaría lo justo.
Los protagonistas son: El padre de familia, los que trabajaron todo el día y los que empezaron en diferentes momentos del día.
El relato los pone en la situación de una jornada de trabajo en la viña, un día normal en el que se pacta el trabajo de todo el día y la paga del jornal regular. El que trabaja hace su tarea y el que contrata paga lo convenido, todo transcurre normalmente hasta que se produce lo inesperado, lo insólito... Se paga lo mismo al que trabajó todo el día que al que trabajo una hora.
¡No es justo! Reclaman los que comenzaron a las 6 de la mañana... Dicen: "Estos últimos han trabajado una sola hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día" (Mt 20:12).
¿Qué pasó? ¿Por qué no se paga a cada trabajador en proporción a su trabajo?
Aquí es donde Jesús hace el quiebre con lo habitual, donde ejemplifica al Reino de Dios en medio de una situación ordinaria:
Se habla de un padre de familia y no del dueño de la viña o del amo o el jefe.
Cuando el hombre de familia responde a los que se quejan los llama "amigo"
Lo que se paga en todos los casos es lo necesario para vivir un día, cualquiera haya sido el tiempo trabajado.
La parábola trastoca todo lo esperable en una relación laboral, ya no se trata de la compra y venta de la capacidad de trabajo ni de la proporcionalidad entre lo producido y lo remunerado.
A los que comenzaron más tarde el padre de familia les dijo que les pagaría lo que es justo, si les pagó lo mismo que los que comenzaron a las 6, eso es justo para él. Evidentemente no se trata de una comprensión de lo justo como algo equitativo o que guarda proporcionalidad o imparcialidad.
Lo justo para el padre de familia es pagar un denario, lo necesario para vivir un día... es justo que el trabajador reciba por el trabajo el sustento para un día.  Es decir, es justo que el que estaba dispuesto a trabajar reciba lo que necesita. ¡No importa el tiempo trabajado o lo que haya producido!
La generosidad del propietario no debe medirse solo en términos de lo que es equitativo, sino en entender que lo que es justo es considerar las necesidades de los que no habían conseguido trabajo hasta última hora. En definitiva, todos pudieron llevar a sus casas un jornal que les permitiría satisfacer sus mínimas necesidades.
Pero también se muestra como surgen resistencias. En este caso, no es por una injusticia de parte del dueño de la viña, sino por su generosidad. Es interesante observar que todos guardamos en nuestro interior tendencias negativas que afloran cuando un "hecho" las hace emerger. La queja de los primeros obreros no habría sido expresada de haber sido los únicos trabajadores de aquel día. Habrían salido contentos con la paga contratada.
Esta situación recuerda a la parábola del padre que tenía dos hijos y el menor le pide los bienes que le corresponden y los dilapida en lugares lejanos (Lucas 14:11-32) Cuando el hijo menor vuelve abatido es recibido con alegría y fiesta por el padre, pero el hermano mayor que estuvo todo ese tiempo junto al padre y trabajando, se queja por la injusticia. El padre le responde: "...este tu hermano estaba muerto y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado"
En estos pasajes, como en otros, se manifiesta que para Dios lo que es justo, equitativo, imparcial, es lo que surge del amor y responde a la situación y a la necesidad. Por eso, solo Dios es "bueno" (Mateo 19:17) y desde su bondad actúa.
Es por eso que "...si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo.  2 Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo". (1ª Juan 2:1-2)
Si somos capaces de reconocer la oferta amorosa en Jesucristo para reconciliarnos con Dios y así acceder a su Reino, recibiremos ese trato justo y se nos desafía a vivir con los valores de ese Reino.
Pidamos que su Espíritu Santo sea renovado en nosotros para ser guiados en ese camino de justicia, dispuestos a dar testimonio en palabra y acción. Amén

Pastor Daniel Favaro
Buenos Aires, Argentina
E-Mail: daniel@favarowyatt.net

(zurück zum Seitenanfang)