Göttinger Predigten
Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach
Décimo séptimo domingo de Pentecostés, 05.10.2014
Sermón sobre Mateo 21:33-46, por Frank De Nully Brown
El evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios que se caracteriza por la bondad y la justicia, como ingredientes que siempre están presentes. Frecuentemente confundimos bondad con que todo está permitido y la palabra justicia suele conectarnos con un Dios presto a castigarnos. Creo que estas dos imágenes son distorsionadas y la Palabra de Dios nos ayuda a repensar nuestra relación con Dios que también se manifiesta en el prójimo.
La imagen de la viña es utilizada frecuentemente por los profetas para referirse al pueblo de Dios. Se usa imágenes del campo para explicar la relación con Dios.
La relación con Dios, que pasa por diferentes momentos de encanto y desencanto como toda relación, atraviesa diferentes circunstancias, donde Dios permanece en la búsqueda del ser humano. No siempre su pueblo responde en esa relación con reciprocidad.
El profeta Isaías en uno de sus cantos habla que se esperaba del viñedo que diera uvas dulces y dio uvas agrias. "¿Había algo más que hacerle a mi viñedo? ¿Hay algo que no le haya hecho? Yo esperaba que diera uvas dulces, ¿Por qué, entonces, dio uvas agrias? (Isaías 5:4). El profeta manifiesta la decepción de la relación de Dios con su pueblo.
Parábola de los labradores malvados:
En el relato de hoy también aparece una viña que fue plantada y de la cual se esperaba la cosecha.
La parábola de los labradores malvados que nos cuenta Jesús hace referencia a costumbres y prácticas de la época romana que es importante tener presente para una mejor comprensión de la Palabra y el espíritu que trasmite su mensaje.
Los hacendados vivían en las ciudades y acostumbraban arrendar sus campos a granjeros para que trabajasen la tierra. Los labradores normalmente eran hombres libres a los cuales se les pagaba una proporción de la cosecha y lo demás queda para el dueño. El labrador era como el dueño que disfrutaba del campo donde vivía como hombre libre, pero no era dueño. Esto quiere decir que en algún momento tiene que rendir cuentas al verdadero propietario de la tierra.
Los hacendados (dueños) tenían poder sobre sus tierras para disponer a diferencia de los arrendatarios.
El hacendado de esta parábola que arrienda su tierra aparece como un hombre muy bondadoso. El negarse a pagar era razón más que suficiente para expulsarlo de la finca.
Los emisarios del dueño que van a buscar la renta de los frutos son recibidos agresivamente. Envía en dos oportunidades emisarios y luego a su propio hijo. La agresión llega hasta inclusive la muerte del hijo del dueño.
En tres oportunidades se va a buscar la ganancia obtenida. La parábola seguramente quiere destacar la posición de todos los actores en juego en forma casi exagerada para dejar una enseñanza.
¿A quién se dirige Jesús?
Jesús tiene una serie de conflictos con la dirigencia judía que va en aumento. Porque los dirigentes se habían apropiado de la idea del Reino y Jesús les recuerda que serán otros los herederos, esto genera tensión y conflicto.
Seguramente quienes escuchan esta parábola podían hacer las identificaciones necesarias con facilidad. A buen entendedor pocas palabras como dice un dicho.
Los labradores: son los líderes religiosos de Israel que intentan apropiarse de la espiritualidad del pueblo y las personas.
Los criados o mensajeros: son profetas enviados por Dios que terminan ajusticiados, esto es lo que sucede en los tres envíos.
El hijo que fue al final representa a Jesús. Preanuncia y denuncia lo que ellos van hacer con Jesús.
Manejar la religiosidad (la relación con Dios) para dominar a la gente en vez de liberarla, es una manipulación que tiene un recorrido histórico a través de todos los tiempos.
La reforma protestante nos recuerda que la salvación es por la fe. La gracia de Dios es gratuita y para todos. Afirmar esto que ya estaba dicho por Pablo quebró todo un sistema religioso.
Mensaje:
Dios abrirá el juego a otros que produzcan frutos que son anticipos del Reino. Nadie puede adueñarse del Reino y de la Iglesia tampoco.
El templo de Dios se construye con las piedras desechadas. Lo que todos consideran que no sirve termina siendo lo más importante. "Jesús entonces les dijo: - ¿Nunca han leído ustedes las escrituras? Dicen: La piedra que los constructores despreciaron se ha convertido en la piedra principal. Esto hizo el Señor y estamos maravillados" (Mateo 21: 42).
La parábola obliga a los oyentes a tomar una posición, se espera una respuesta para ver si entendieron bien lo que Jesús quiso decir. La respuesta indica que entendieron muy bien y aquí está el problema. "Le contestaron: matará sin compasión a los malvados, y alquilará el viñedo a otros labradores que le entreguen a su debido tiempo la parte de la cosecha que le corresponde" (Mateo 21: 41).
Este discurso de Jesús va dirigido a los principales sacerdotes y fariseos que se creían los herederos del Reino y por lo tanto dueños de la experiencia de fe en Dios. Quisieron arrestar a Jesús para que no incomode con su mensaje que cambia la manera de pensar y sentir de la gente.
Juan Wesley afirmaba que la iglesia era instrumento al servicio del Reino de Dios. La iglesia por lo tanto es el espacio donde ensayamos la vida del Reino, irradiando amor y bondad. Canales de la gracia de Dios, pero no dueños de ella.
¿Qué nos dice a nosotros hoy?
Somos sus discípulos y es bueno preguntarnos: ¿Cuántas veces resistimos la autoridad de Dios como los labradores? Especialmente cuando están primero nuestros proyectos personales que se construyen destruyendo a los demás. Dando vuelta alrededor de nuestros problemas no salimos, todo lo contrario nos hundimos.
Estas palabras cuestionadoras para los que se consideran importantes (los primeros) de la sociedad de la época de Jesús y la nuestra también.
Me pregunto cuando leo este texto: ¿Cómo nos sentiríamos si por largo tiempo fuéramos amables y dadivosos con alguien, y esa persona repetidamente se burla de nuestra bondad? Esto me lleva a afirmar que la bondad de Dios es realmente impactante en este relato, nadie daría tantas oportunidades.
La bondad no suple a la justicia sobre nuestros actos. Amor y justicia son dos palabras que nos cuesta relacionarlas.
Hemos construido a veces la imagen de un Dios amoroso (tipo light) que perdona todo, una especie de relativismo. Sin embargo el amor no contradice la justicia si lo vemos en el contexto que Jesús dice esto.
Desafío
La Palabra de Dios quiere ablandar nuestro corazón a quienes nos reconocemos como sus discípulos. Ayudarnos a crecer como comunidades de amor, con ese amor que proviene de Dios encarnado en Jesucristo.
Ser justos con Dios y nuestro prójimo, particularmente con quién sufre. Se trata de dar uvas dulces y no agrias según Isaías.
Caminar con Jesús significa construir una relación que atraviesa diferentes momentos que nos sorprenden muchas veces, pero no olvidemos que confiamos en un Dios bondadoso y justo. Las uvas dulces que se relacionan con la justicia, la paz y la buena convivencia entre todos.