Göttinger Predigten

Choose your language:
deutsch English español
português dansk

Startseite

Aktuelle Predigten

Archiv

Besondere Gelegenheiten

Suche

Links

Konzeption

Unsere Autoren weltweit

Kontakt
ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

24º Domingo después de Pentecostés, 19.11.2017

Sermón sobre Lucas 16:1-8, por Hilario Tech

Texto: Lucas 16:1-8

Lectura bíblica: Salmo 133

 

Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con cada uno de nosotros. Amén.

Querida congregación: Una historia, la de hoy, que no es muy feliz, pertenece a uno de los relatos más enigmáticos del Evangelio y por ende más difíciles de entender. Ya los mismos títulos del pasaje, en las diferentes versiones nos adelantan a esa dificultad:

- La Parábola del mayordomo infiel. (Reina Valera) / Vom unehrlichen Verwalter (Luther) / Vom ungerechten Haushalter (Zwingli)

- La parábola del mayordomo astuto. (Dios habla Hoy)

- La Parábola del mayordomo que abusó de la confianza. (Dios habla hoy)

- El empleado astuto (Lenguaje sencillo).

En una primera lectura la historia desconcierta, ya que parece que se aplaude el fraude y la mentira, o lo que hoy se llama “malversación de fondos”. Desde una lectura ética y moral no es un relato de comportamiento positivo de su protagonista, por lo que tenemos que tener mucho cuidado de no caer en una interpretación simplista de ver en la parábola una aprobación a la administración deshonesta o fraudulenta, y/o la corrupción, eso no es el caso!

Para entender el texto, debemos saber algo del contexto:

En la Palestina del s. I, un mayordomo de bienes no tenía sueldo, sino que procuraba su subsistencia administrando los bienes del amo: esto consistía generalmente en préstamos usurarios, al que se aplicaban altos intereses a la hora de la devolución. Y todo sobreprecio era ganancia para el administrador. Este sistema daba pie a abusos y aprovechamientos muchas veces desmedidos.

Las cifras de 100 barriles de aceite y cien medidas de trigo, eran cantidades muy grandes para la época, por lo que está en juego no poco dinero.

Con este trasfondo es muy probable que al reducir la deuda el administrador le quitaba los intereses que era su propia ganancia. Los nuevos recibos de los deudores a partir de la quita solo reflejan lo que originalmente se les prestó.

Ahora vamos al texto:

Un hombre encargado de administrar los bienes de su patrón es acusado de engañar y abusar de la confianza de su amo (patrón). En términos actuales:

- sería como el encargado del taller que en lugar de anotar las ocho horas trabajadas hace figurar diez.

- El encargado de la cuadrilla que en vez de anotar los 5500 Kg de yerba cosechada, solo le pasa al patrón 5000…

Hoy la causa probablemente llevaría por carátula: “administración fraudulenta”.

Un amo determinante y decidido, pide (exige) arreglo al hombre y le dice: “dame cuenta de tu trabajo, ya no puedes seguir siendo mi mayordomo”. Sin pensar mucho lo despide porque ya no podía confiar en él. En aquella época la causa de despido no se dudaba y la decisión del amo era terminante…( hoy intervienen abogados y se inicia un largo proceso judicial).

El mayordomo repentinamente queda sin trabajo, ya no era joven como para buscar otro y ser mendigo no sería una solución.

En forma muy astuta busca acomodarse en complicidad y protección en su crisis, achicando las cuentas de las personas deudoras de su amo: al que le debía 100 barriles de aceite le facturó solo 50, al que debía 100 medidas de trigo le facturó solo 80 medidas…

Lo que hizo fue reducirles la deuda quitando los intereses, que era su propia ganancia. Los nuevos recibos (vales) de los deudores a partir de la quita solo reflejan lo que originalmente se les prestó.

Esta estrategia representa en el mayordomo, un cambio de mentalidad administrativa, una renuncia a la costumbre usurera de sobrefacturar.

Por eso el Amo reconoce la maniobra del mayordomo y afirma que en la destreza “había sido listo en su manera de hacer las cosas”. Y ese es el aspecto positivo que resalta la historia: la estrategia ideada por el mayordomo en favor de sus conquistas, pero sin perjudicar o desfavorecer a nadie.

La energía y acostumbrada mentalidad de sacar ventajas aprovechando las oportunidades para el propio beneficio, se invierten en servicio a la causa del Reino de Dios, su justicia, su verdad.

Y es el mismo Jesús que reconoce y concluye la historia con la enseñanza o moraleja afirmando que cuando se trata de sus propios negocios los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz. (vs.8).

Las palabras de Jesús pegan muy fuerte a nuestra propia actualidad, donde abundan ejemplos de personajes que utilizan su puestos y la confianza en ellos depositada, para entrenarse en la astucia de sacar ventajas para sus propios provechos. En lugar de usar su inteligencia para servir, la usan para servirse de los demás.

Querida congregación: La parábola nos desafía a revisar nuestras propias historias:

- El amo es Dios, a quien debemos rendir cuentas. El, es un amo, justo, que no aprueba que malgastemos, o mal administremos los bienes y los dones, que nos son confiados. Dios, el amor, pide de cada uno de nosotros una administración responsable, de lo que somos, de lo que tenemos y también de nuestro tiempo.

Al igual que en el relato, también seremos confrontados con la voz de Dios que dice: Dame cuenta de tu trabajo.

Dar cuenta de lo que cada uno ha hecho de las oportunidades, si hemos hecho de nuestras vidas:

- tiempo de servir o de explotar,

- tiempo de buscar a Dios o tiempo de escapar de Dios,

- Si hemos sido justos y correctos o injustos e indiferentes,

- si fuimos sensibles o insensibles,

- si hemos hecho de nuestra vida oportunidad de amar o de odiar.

- En definitiva si hemos sido de la luz o de la oscuridad… fieles o infieles.

Los mayordomos, encargados de administrar sus bienes, somos cada uno de nosotros… llamados a poner nuestra “astucia”, estrategia, sabiduría, al servicio de la justicia, de la causa del reino de los cielos, de la difusión del Evangelio…

La rapidez y avidez que demostró el mayordomo en cambiar su mentalidad (convertirse), deberíamos imitar también nosotros para los asuntos de nuestra vida de fe y para obediencia a Dios.

Sin duda hubo en el administrador, un cambio de mirada hacia las oportunidades, producto de un cambio de mentalidad, algo un su interior lo movió a cambiar: conversión.

Si bien el texto no lo menciona, podemos inferir que el mayordomo se arrepintió: asumió su error y propone una manera distinta de relacionarse con el prójimo. Y eso le vale el reconocimiento de ser llamado listo en su manera de actuar. Otras versiones hasta dicen: que el amo alabó al mayordomo por haber actuado sagazmente (RV), y en Biblia de lenguaje sencillo expresa: el patrón felicitó al empleado deshonesto por ser tan astuto… (Lutero y Zwingli coinciden en decir: Und der Herr lobte den ungetruen Verwalter, weil er klug gahandelt hatte)

No importa cual sea la palabra, lo que importa es la actitud y predisposición de cambio, de conversión y arrepentimiento. Y esta virtud es condición necesaria para ser iglesia: reconocer, servir al amo (Dios) y creer en el cambio, la transformación de nuestra relación con el prójimo, pero también con el entorno y los bienes.   

Querida congregación: Jesús aclara más adelante, el propósito de esta parábola, diciendo que “quien se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho (vs. 10), ningún sirviente puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, será fiel a uno y despreciará a otro… No se puede servir a Dios y a las riquezas. (vs. 12).

Que Dios nos ilumine para que a la hora de la verdad, cuando el amo nos diga dame cuenta de tu trabajo, Dios nos reconozca como sabios, listos, inteligentes… Que así sea!



Pastor Hilario Tech
Ruiz de Montoya, misiones, Argentina
E-Mail: hilario_tech@hotmail.com

(zurück zum Seitenanfang)