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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

3. domingo después de Epifanía, 27.01.2008

Sermón sobre Mateo 4:12-23, por Marcos Abbott

Expectativas Electorales

Ahora mismo en España y en los EEUU hay campañas presidenciales. En España hay tres partidos nacionales que compiten, pero en los EEUU hay casi un candidato para cada votante...bueno no tantos, pero demasiados.

¿Qué hacen los partidos y candidatos para ganar el voto? Hacen promesas. Usan estudios y otros métodos para discernir lo que los votantes quieren, y luego empaquetan promesas electorales en una manera que cuadra con su filosofía política. Pues, con su imagen política mejor dicho, porque la filosofía es algo muy escasa en la política actual.

La primera parte del texto en Mateo 4 (vv.12-17) parece el inicio de campaña. Cuando Jesús se entera que Juan Bautista está encarcelado vuelve a Galilea. ¿Se va porque tiene miedo de ser detenido también, o simplemente está volviendo a casa? El evangelista saca el cartel de campaña:

¡Tierra de Zabulón y tierra de Neptalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles! 

El pueblo que habitaba en tinieblas vio gran luz, y a los que habitaban en región de sombra de muerte, luz les resplandeció. (vv. 15-16)

Esta cita de Isaías 9 habla de la esperanza de una liberación por un rey davídico, y en Mateo es una clara referencia mesiánica. Para usar lenguaje de campaña política, el evangelista está "vendiendo" a Jesús como el Mesías Davídico. No tiene que decir más, porque están bien claras las expectativas que acompañan el rol del Mesías.

Igual que en el tiempo de Isaías el pueblo de Israel en el tiempo de Jesús está en una situación desastrosa: en un caso en el exilio babilónico, y en otro caso bajo ocupación romana. Para los conservadores religiosos se atribuye esta situación al pecado de la nación. Por tanto, se espera que el Mesías haga una limpieza religiosa, una liberación política y una restauración sociopolítica.

Estas expectativas motivan a los seguidores a dejar todo y acompañarle en su campaña del Reino. Jacobo, Juan y los demás dejan su trabajo porque creen que si ayudan a Jesús en su campaña, serán los futuros ministros en su gobierno mesiánico. Una lectura de Mateo no deja duda que los seguidores de Jesús entienden el Reino de Dios  como la restauración de la vida religioso-política de la nación. Tiene fuertes connotaciones étnicas y nacionales.

Ahora tenemos que hacernos una pregunta clave:

¿Cuáles son nuestras expectativas de Jesucristo? ¿Por qué lo seguimos y animamos a otros a seguirle?

Si estuviéramos trabajando en la campaña de Jesucristo hoy, ¿cuáles serían las promesas electorales? ¿Qué ofrece Jesucristo a la gente hoy, y por qué deberían confiar en él, mucho menos seguirle?

Primero, tenemos que admitir que la campaña de Mateo 4 no vale para hoy. La gente no tiene ningún interés en un rey judío que va a restaurar la nación. Llevamos más de 50 años de problemas entre judíos y palestinos desde la refundación del estado de Israel en 1948. La etnicidad y la nacionalidad judías no tienen relevancia hoy (excepto para los étnicamente judíos, claro).

Lo que suele venderse a la gente no creyente hoy es el perdón de los pecados personales, la vida eterna y una relación personal con Jesús. La inmortalidad y la consciencia limpia son atractivos, pero muchos ya creen en la inmortalidad del alma, y una buena terapista puede hacer maravillas para la consciencia cargada. La relación personal con un Cristo invisible es muy inefable y, por tanto, muy sospechosa.

Realmente necesitamos hacer la pregunta frescamente a nosotros mismos, a los que confesamos creer en y seguir a Cristo. ¿Cuáles son nuestras expectativas de Jesucristo, y por qué lo seguimos y animamos a otros a seguirle?

No pienso contestar estas preguntas para ti; ni puedo. Es algo muy personal...y tremendamente vital. Lo que sí puedo hacer es reflexionar en voz alta, como presentar un hilo de consciencia (stream of consciousness).

Aunque no puedo aceptar los aspectos étnicos y nacionales de la expectativa en Mateo 4, sí puedo considerar el Reino de Dios como su reinado en mi vida y en este mundo. El reinado de Dios es el tema central del ministerio de Jesús. ¿Cómo sería este reinado? Puedo estudiar la vida de Jesús y su trato con las personas para tener una idea. Jesús exalta a los marginados y humilla a los exaltados. En mi mundo el con más dinero gana el juicio. Me gustaría un mundo donde el don o la doña nadie puedan ser tratados con el respeto merecido. En adición, Jesús es sacrificial. Da su vida por otros. Esto va totalmente en contra del egoísmo exaltado del mundo y de mi propia tendencia natural. Un reinado en que el otro no se pierde de vista me es atractivo.

Realmente Jesús habla poco sobre el perdón de pecados. Él perdona constantemente, y a la persona pillada en el pecado no les hace sentir vergüenza sino les anima a no pecar más. Nunca hace como los predicadores que he visto en la tele que presentan una lista sin fin de transgresiones para que la gente sienta culpable. Creo que todos ya saben que algo anda mal en su vida.

Tampoco habla Jesús mucho sobre la vida eterna, sólo en Mat. 19,16.29 y 25,46. Jesús no desplaza hacia el más allá los beneficios del reinado de Dios. Según leo el evangelio, las personas ven la irrupción del reinado de Dios en su vida y ministerio. Esta manifestación les anima a seguirle. Si puedo experimentar el reinado de Dios ahora mismo y ver beneficios, entonces me interesa. Si hay más beneficios después de la muerte, es un plus, pero quiero ver algo ahora. Como se dice en mi tierra: "Déjame ver tu dinero, y luego hablamos."

Hay un par de temas en el ministerio de Jesús que me son muy atractivos, la misericordia y el amor. En Lucas en el sermón en el llano Jesús exhorta a sus seguidores a ser misericordiosos, como Dios mismo es misericordioso. Si, Dios Creador del universo, y su representante supremo en la tierra son misericordiosos, esto me inspira a confiar. Igualmente, Jesús considera el amor como el valor supremo. Amor a Dios y al prójimo resumen todas las leyes. Como cualquiera persona no me gustan las leyes, pero si el amor es el punto de referencia para todas, entonces estoy dispuesto a colaborar.

Finalmente, hay algo muy radical sobre el mensaje del evangelio que me gusta muchísimo. Realmente es un mensaje de anti-poder. Jesús no nace ni vive en un palacio. Pasa su primer año de vida como refugiado inmigrante en Egipto. Además, cuando le confrontan los líderes religiosos y el gobernador romano, no dirige un ejército de seguidores contra ellos para una demostración de fuerza superior. Se somete a la muerte más indigna de su tiempo, una muerte que intenta aterrorizar un pueblo ocupado. A través de Jesús Dios afronta la condición humana con una vida de humildad, de servicio y amor...y pide lo mismo de sus seguidores. No es un evangelio de "yo gano y tú pierdes", sino de "Yo amo y tú sigues".

 El mitin de la campaña ha terminado. Ahora como seguidor te corresponde salir para conseguir más adeptos para el candidato, Jesús. ¿Cuáles son las expectativas de Jesucristo que vas a presentar, y los motivos por seguirle? Piénsalo bien, porque la gente en la calle es buen detector de mentiras.

 

 

 

 

 

 



Marcos Abbott
SEUT, Madrid
E-Mail: marcos.abbott@centroseut.org

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