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ISSN 2195-3171





Göttinger Predigten im Internet hg. von U. Nembach

Último domingo después de Epifanía, 03.02.2008

Sermón sobre Mateo 17:1-9, por Julio Strauch

 

¡Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sean con todos ustedes, ahora y siempre, Amén!

Lectura del texto....

Aquel domingo me sentía muy bien después de haber predicado. Me daba la impresión que había logrado capturar la atención de todo el auditorio. Presentía que ese, había sido mi mejor sermón en mucho tiempo. Creía que, en ese día, el Espíritu Santo había actuado a través de mí para llegar directo al corazón de los oyentes, con un mensaje claro y contundente.  A la salida del culto, con expectativas por posibles comentarios acerca del mismo, comienzo a saludar a las personas. Saludé a unos cuantos, sin embargo nadie hacía ningún comentario. Ya me estaba resignando  cuando una señora se acerca y con un tono discreto me dice: ¡pastor, hoy tenía un botón del Talar mal abrochado! Y yo que pensé que me iba a decir algo sobre aquel gran sermón....

A veces nos parece que escuchar o prestar atención a lo que se está diciendo, es una virtud cada día más rara. La vida en nuestros días nos demanda todo tipo de acciones y reacciones y muchas veces nos olvidamos de escuchar, de prestar atención a lo que se nos está diciendo. Nos pasa a todos y todas. Muchas veces las causas de "no escuchar" son las distracciones que tenemos cuando alguien nos está hablando y tratando de decirnos algo importante. Esas distracciones pueden ser, como en el caso de nuestra señora del ejemplo anterior, por estar más atentos a las apariencias de quien nos está hablando. En otros casos nos distraemos cuando relacionamos algo de lo que nos están diciendo con otra cosa que nada tiene que ver, pero que en ese momento nos preocupa. Otras veces puede que nos distraigamos cuando prestamos más atención al lugar donde estamos en vez de atender a quien nos habla. Y muchas veces esas distracciones pueden ser por causa de nuestros preconceptos y prejuicios sobre lo que se está hablando. En fin puede haber muchas causas por las que no llegamos a escuchar verdaderamente a quien nos está hablando.

En nuestro texto de hoy, hay un versículo muy importante en el que Dios mismo se dirige a los discípulos Pedro, Santiago y Juan. El Señor en la figura de una nube de la cual sale una voz que dice: "Este es mi Hijo amado, a quien he elegido, escúchenlo"

En el Bautismo de Jesús ya se había escuchado una voz que decía: "Este es mi Hijo amado, a quien he elegido" Se confirmaba en este hecho la paternidad de Dios sobre Jesucristo. Hoy nos encontramos con un avance sobre este reconocimiento. Dios va más allá de reconocer a Jesús como su hijo amado y exhorta a los discípulos a escucharlo. A partir de esta exhortación los discípulos comienzan a escucharlo, aunque muchas veces no entendían las palabras y los hechos de Jesús.

A nosotros también hoy, Dios nos dice ¡escúchenlo! Pero... ¿qué significa escuchar a Jesucristo hoy? Si partimos de la base que escuchar supone callarse, donar tiempo, aguardar, acoger, querer entender, preguntar, sugerir... y de nuevo callarse. Escuchar no es solamente "oír", sino también tener una actitud abierta, interesarse, predisponerse, sacar los prejuicios. En definitiva escuchar se hace con todo nuestro ser y con lo que somos como seres humanos.  Escuchar a Jesucristo es hacer todo esto. Lo podemos escuchar en muchos lugares pero principalmente a través de sus enseñanzas, de sus actitudes, de sus hechos, de sus milagros y curaciones. Es en esa escucha  que lo vamos conociendo y reconociendo. Es en esa escucha en que nos vamos interesando por él, por lo que dijo, por lo que hizo. Es en esa escucha que lo vamos reconociendo como nuestro Señor y salvador. Y sobre todo es en esa escucha en que vamos cambiando nuestra actitud y nuestra vida en favor de la justicia, del amor al prójimo, en la fe hacia él y en nuestra entrega y compromiso.

¡Que Dios nos siga diciendo en todo momento y en todo lugar!  ¡ESCÚCHENLO!

Y que nosotros hagamos el esfuerzo para que efectivamente algún día lo hagamos.

¡Que Dios nos bendiga a todos para escucharlo!

Amén.

 



Pastor Julio Strauch
Iglesia Evangélica del Río de LaPlata, Uruguay
E-Mail: juliostrauch@yahoo.com.ar

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