4º Domingo de Adviento, 18.12.2016

Sermón sobre Mateo 1:21-23, por Roberto González

²¹María tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» ²²Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta

:

²³«Una virgen concebirá y dará a luz un hijo,

y le pondrás por nombre Emanuel,

que significa: “Dios está con nosotros.”»

Reina Valera Contemporánea™ © Sociedades Bíblicas Unida

El evangelio de Mateo narra el origen de Jesucristo. María estaba desposada con José, pero aún no vivían juntos. En esas circunstancias, el evangelio nos narra que María resultó embarazada; pero aclara diciendo: “por obra del Espíritu Santo”. Existe una tradición rabínica que asegura que en la gestación de un niño o niña, son tres las personas que participan; el padre, la madre y el Espíritu Santo.

En realidad, lo que Mateo nos cuenta, es que a partir de su nacimiento, Jesús está con nosotros; pues vemos en su persona, en sus gestos, en su mensaje y en su vida entera, el misterio amoroso de Dios que comparte nuestra vida. Esta fe anima y sostiene a quienes lo seguimos.

Mateo sigue afirmando que:

Dios está con nosotros. Es decir que no pertenece a una religión u otra. No es propiedad de los cristianos. Tampoco de los buenos. Es de todas las hijas e hijos de Dios. Está con los que lo invocan y con los que lo ignoran, pues habita en todo corazón humano, acompañando a cada uno en sus gozos y sus penas. Nadie vive sin su bendición.

Dios está con nosotros. No escuchamos su voz. No vemos su rostro. Su presencia humilde y discreta, cercana e íntima, nos puede pasar inadvertida. Si no ahondamos en nuestro corazón, nos parecerá que caminamos solos por la vida.

Dios está con nosotros. No grita. No fuerza a nadie. Respeta siempre. Es nuestro mejor amigo. Nos atrae hacia lo bueno, lo hermoso, lo justo. En él podemos encontrar luz humilde y fuerza vigorosa para enfrentarnos a la dureza de la vida y al misterio de la muerte.

Dios está con nosotros. Cuando nadie nos comprende o nos rechazan, él nos recibe con amor. En momentos de dolor y depresión, nos consuela y nos sana. En la debilidad y la impotencia nos sostiene. Siempre nos está invitando a amar la vida, a cuidarla y hacerla siempre mejor.

Dios está con nosotros. Está en los oprimidos defendiendo su dignidad, y en los que luchan contra la opresión alentando su esfuerzo. Y en todos está llamándonos a construir una vida más justa y fraterna, más digna para todos, empezando por los últimos.

Dios está con nosotros. Pues, despierta nuestra responsabilidad y pone en pie nuestra dignidad. Fortalece nuestro espíritu para no terminar esclavos de nada ni de nadie.

Dios está con nosotros. Salvando lo que nosotros podemos echar a perder.

Dios está con nosotros. Está en la vida y también del otro lado del Arco Iris. Nos acompaña cada día hasta la hora final; es cuando estará abrazando a cada hijo o hija, rescatándonos para la Tierra prometida.

Dios está con nosotros. Esto es lo que celebramos los cristianos en las fiestas de Navidad: creyentes, menos creyentes, malos creyentes y casi increyentes. Esta fe sostiene nuestra esperanza y pone alegría en nuestras vidas.

Dios está con nosotros; pues, de una manera más clara, “Yahveh es salvación” tal como lo indica su nombre “Jesús” y como en el pasado, el salmista oyó que Dios redimiría de a su pueblo de todos sus pecados (Salmo 130:8)

Jesús es el Dios Humano que está con nosotros; que abre nuestros ojos y mente, de tal manera, que podemos ver y entender el obrar divino en un mundo alienado por el pecado y que está con nosotros derramando su poder re-creador; sanando, liberando, dando vida abundante y asegurando que un ser humano nuevo -es posible.

Oremos en paz y en comunión…

– Por las(os) cristianas(os) de todas las confesiones… Para que por encima de nuestros intereses de grupo, seamos capaces de transparentar en el mundo la presencia única y permanente de Dios con nosotros…

– Para que nuestra vida personal y grupal sea fiel reflejo del amor de Dios Padre y Madre manifestado en su Hijo que está con nosotros…

– Para que en estos días de Navidad; Dios con nosotros, no permita que olvidemos a los más pobres y necesitados de nuestras comunidad…

– Para que la Navidad deje en nosotras(os) frutos de una conversión sincera y una adhesión incondicional a los planes divinos de amor y justicia para todas las personas…

“Dios Padre y Madre de amor y misericordia, cuando hacemos nuestra propia voluntad nos perdemos, se diluye el sentido de nuestra vida y arrastramos a muchos a la perdición; que al ver, por fe, que Dios está con nosotras(os) lleguemos a ser obedientes a tu voluntad, sintamos también nosotros el placer y la necesidad de adherir a Ti nuestro ser y nuestra voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Dios que está siempre con nosotras(os)” Amén

Con deseos de bendiciones para todas y todos…