Latest news: ¡The best new for the world!

Navidad, 25.12.2011 | Sermón sobre Jn 1:1-11 | por Cristina Inogés Sanz |

Latest news: ¡The best new for the world!

Hermanos: Que el Señor ilumine su rostro sobre nosotros.

Algunas veces pensamos cuál sería la mejor noticia que podríamos dar y proclamar a los cuatro vientos.

Pensamos siempre en temas que escapan a nuestras capacidades personales pero, no obstante, soñamos con ver en las portadas de los periódicos, impresos o digitales, en la apertura de los informativos de radio y TV ‘eso‘ que nos gustaría hacer realidad.

Pocas veces se nos pasaría por la imaginación que ‘eso‘ que queremos comunicar pasara desapercibido porque los seres humanos fuéramos capaces de leer sin entender, de mirar sin ver o de oír sin escuchar.

¿Seríamos capaces de creer que nuestros anhelos, la respuesta a nuestras dudas íntimas están a merced de la conjunción de los astros, de una moda de diseño o de una casualidad que no tiene un último fundamento verdadero más allá de las estrellas? No me atrevo a responder.

‘Eso‘ que queremos comunicar y que estamos convencidos de que haría a todos los seres humanos dichosos y felices de por vida, por increíble que parezca, pasó y pasa. Pasó en la ciudad de Belén, en tiempos del rey Herodes y pasa ahora, hoy mismo.

No quiero que nos sintamos culpables por leer sin entender, oír sin escuchar o mirar sin ver porque ‘eso‘ se nos presenta como la ‘magia de la Navidad‘ y ¡claro!, la magia siempre tiene truco. No es real. No es verdad. Es una ilusión y como tal, se desvanece igual que nuestro aliento en la niebla.

Algunos piensan que la Navidad sin magia es triste porque sin luces, sin música, sin adornos, sin regalos la Navidad está vacía. Otros, en cambio, creemos que la ‘la magia de la Navidad‘ es desoladora porque la convierte  en una Navidad de escayola, de madera o de cristal; porque no puede responder al drama del que sufre, del que está solo, de aquellos que se sienten fracasados, incomprendidos, alejados…

Pero hoy, 25 de diciembre de 2011, nosotros, los cristianos, tenemos ‘eso‘, esa noticia que no aparecerá en los periódicos, ni en la TV, ni en la radio pero que es verdadera: ¡DIOS HA NACIDO! ‘Eso‘ que querríamos anunciar al mundo entero como la mejor noticia de todos los tiempos, se ha producido.

Él se ha hecho niño como niños hemos sido o somos nosotros. Y esta noticia cambia el mundo. O debería cambiarlo.

Dios está con nosotros. Desde este momento ya no valemos por lo que tenemos o somos porque valemos lo que un niño acostado en un pesebre con toda su dignidad, con toda su inocencia, con toda su belleza, con toda su vida.

Nuestra vida ha cambiado desde este momento porque su valor es infinito, como infinito es el amor de Dios hecho niño. Nuestra vida vale la Encarnación de Dios. La condición humana ya es inseparable de Dios.

Cualquier paso, celebración, acontecimiento o decisión que vivamos en nuestra vida estará marcada por la alegría desbordante de saber que Dios está con nosotros. Ahora que todo se prepara con una buena campaña de marketing, nosotros llevamos la mejor marca, la ‘marca Dios‘.

A partir de ahora seremos capaces de leer entendiendo, de mirar viendo y de oír escuchando porque Él ha tomado nuestros sentidos y los ha hecho suyos. Y ya no podemos sentir igual que antes.

Desde este momento, no sólo es que podamos, es que debemos vivir la Navidad con luces, música, adornos… Estamos obligados a dar a conocer al mundo la alegría de saber que ya no estamos solos, que Dios está plenamente en nuestra vida, que si hacemos de Él nuestro centro podremos con todo. Porque Él ha hecho suyo todo lo nuestro, lo bueno y lo no tan bueno.

Celebremos con toda la alegría posible la Navidad porque Dios está con nosotros.

El Verbo se ha hecho hombre, para que el hombre llegue a ser hijo de Dios (Ireneo de Lyon). ¿Es o no una buena noticia?

¡Feliz Navidad a todos!